Rasgo genético que virtualmente ‘garantiza’ el Alzheimer identificado

Investigadores han identificado un rasgo genético que hace prácticamente “garantizado” que una persona desarrollará Alzheimer, en un descubrimiento que podría allanar el camino para tratamientos más dirigidos y diagnósticos más tempranos.

Un estudio encontró que tener dos copias de un gen específico hace casi inevitable que una persona eventualmente desarrolle síntomas.

Los expertos dijeron que el descubrimiento podría ayudar al desarrollo de tratamientos dirigidos y podría permitir pruebas genéticas e intervenciones más tempranas.

Más de 900,000 personas tienen demencia en el Reino Unido, la mayoría de las cuales tienen Alzheimer. No hay cura para la enfermedad, aunque se han encontrado tratamientos que ralentizan su progreso.

En el estudio, investigadores en Barcelona encontraron que el 95 por ciento de las personas mayores de 65 años con dos copias de la variante genética APOE4 desarrollaron signos de la enfermedad. Aproximadamente una de cada cuatro personas en el Reino Unido tiene una copia de este gen, mientras que una de cada cincuenta, equivalente a más de un millón de personas, tiene dos.

“Este gen se conoce desde hace más de 30 años y se sabía que estaba asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer”, dijo el Dr. Juan Fortea, director de la unidad de memoria del servicio de neurología del Instituto de Investigación Sant Pau, y autor principal del estudio.

“Pero ahora sabemos que prácticamente todas las personas con este gen duplicado desarrollan la biología del Alzheimer”.

Los investigadores dijeron que sus hallazgos equivalen efectivamente al descubrimiento de una nueva forma genética de la enfermedad, porque la presencia de ambos genes es un predictor tan útil para la condición.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature Medicine, se basan en datos de más de 10,000 personas y más de 3,000 donantes de cerebro.

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Siân Gregory, gerente de investigación en la Sociedad del Alzheimer, dijo: “Creo que definitivamente es un avance para el campo en términos de cómo pensamos sobre las causas de la enfermedad de Alzheimer”. Dijo que facilitaría predecir cuándo podrían comenzar los síntomas y permitiría a los médicos brindar más consejos al momento del diagnóstico.

El Dr. Richard Oakley, director asociado de investigación e innovación de la Sociedad del Alzheimer, dijo: “Comprender las causas de la enfermedad con mayor detalle es vital y puede desbloquear nuevas formas de diagnosticar, tratar y cuidar a las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer en el futuro.

“Los conocimientos del estudio sugieren que en el futuro podría ser importante tener en cuenta la genética de una persona al planificar cómo reducir su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, o al considerar su tratamiento si ya tienen la enfermedad”.

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Estudios anteriores han demostrado que tener al menos una variante del gen APOE4 casi triplica el riesgo de contraer la enfermedad, mientras que tener dos copias aumenta el riesgo hasta doce veces.

En la investigación más reciente, la mayoría de las personas con dos copias de APOE4 mostraron algunos signos de la enfermedad a los 55 años. A los 65 años, el 95 por ciento de ellos tenía niveles anormales de una proteína conocida como amiloide en el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal, que es un signo clave de la enfermedad de Alzheimer.

La profesora Tara Spires-Jones, presidenta de la Asociación Británica de Neurociencia y líder de grupo en el Instituto de Investigación sobre Demencia del Reino Unido en la Universidad de Edimburgo, dijo: “Este estudio agrega datos convincentes para sugerir que las personas con dos copias de este gen casi están garantizadas de desarrollar Alzheimer si viven el tiempo suficiente y que desarrollarán Alzheimer antes que las personas sin este gen”.

El Dr. Víctor Montal, investigador que estudia la estructura molecular del gen APOE en el Centro de Supercomputación de Barcelona, agregó que los hallazgos podrían usarse para monitorear a las personas con este gen desde una edad temprana para intervenciones preventivas. Medicamentos como donanemab y lecanemab han demostrado frenar la progresión de la enfermedad en ensayos clínicos.

¿Qué tan avanzados estamos en la lucha contra el Alzheimer?

A pesar de años de investigación, la enfermedad de Alzheimer sigue siendo una condición cruel que afecta a cientos de miles de británicos cada año (escribe Poppy Koronka).

Se cree que es causada por una acumulación de proteínas tóxicas en el cerebro que afectan la memoria y el razonamiento, y cerca de un millón de personas en el Reino Unido la padecen.

Varios avances recientes han mostrado promesas para tratar la enfermedad algún día, o al menos ralentizar su progresión. El año pasado, el medicamento donanemab demostró frenar el deterioro cognitivo en más de un tercio, lo que llevó a algunos a declarar que marcaba el “principio del fin” de la enfermedad.

El tratamiento, que ataca las proteínas tóxicas, puede ofrecer a algunas personas al menos un año de tiempo adicional sin que el Alzheimer progrese.

Otro medicamento, lecanemab, funciona de manera similar a donanemab y se descubrió que ralentiza la disminución de la memoria en un 27 por ciento durante 18 meses en un ensayo de 2022.

Ambos aún no han sido aprobados para su uso en el Reino Unido, y se espera que el Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención, el regulador de salud, tome una decisión sobre lecanemab más adelante este año.

Otro desarrollo de investigación se encuentra en las pruebas de sangre, que buscan identificar la enfermedad de manera temprana y abordar las bajas tasas de diagnóstico en Gran Bretaña. Los primeros ensayos han mostrado promesas, pero su uso generalizado en el NHS probablemente esté bastante lejos.

La última investigación, que identifica un rasgo genético tan distintivo que los investigadores argumentan que efectivamente equivale a una nueva forma de Alzheimer, sugiere que las pruebas genéticas podrían convertirse algún día en una herramienta en el arsenal para diagnosticar y tratar la enfermedad.